ARTE MODERNO RENACENTISTA
ARTE MODERNO RENACENTISTA
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El concepto renacimiento se aplica a la época artística que da comienzo a la Edad Moderna. El término procede de la obra de Giorgio Vasari Vidas de pintores, escultores y arquitectos famosos, publicada en 1570, pero hasta el siglo XIX este concepto no recibió una amplia interpretación histórico-artística.
Sin embargo, Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presupone una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista.
De hecho el Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que califica, con pleno desprecio, como un estilo de bárbaros o de godos. Y con la misma conciencia se opone al arte contemporáneo del norte de Europa.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una ruptura con la unidad estilística que hasta ese momento había sido supranacional.
ETAPAS DEL RENACIMIENTO
Quattrocento:
Tiene como espacio cronológico todo el siglo XV,y comprende el Renacimiento temprano que se desarrolla en Italia.
Cinquecento:
Su dominio artístico queda referido al Alto Renacimiento, que se centra en el primer cuarto del siglo. Esta etapa desemboca hacia 1520-1530 en una reacción anticlásica que conforma el Manierismo.
CARACTERÍSTICAS DEL RENACIMIENTO
Surgimiento de una nueva relación con la Naturaleza:
El arte renacentista va unido a una concepción ideal y realista de la ciencia. La matemática se va a convertir en la principal ayuda de un arte que se preocupa incesantemente en fundamentar racionalmente su ideal de belleza. La aspiración de acceder a la verdad de la Naturaleza, como en la Antigüedad, no se orienta hacía el conocimiento de fenómeno casual, sino hacía la penetración de la idea.
El Renacimiento hace al ser humano medida de todas las cosas:
Como arte esencialmente cultural presupone en el artista una formación científica, que le hace liberarse de actitudes medievales y elevarse al más alto rango social.
Los supuestos históricos que permitieron desarrollar el nuevo estilo se remontan al siglo XIV cuando, con el Humanismo, progresa un ideal individualista de la cultura y un profundo interés por la literatura clásica, que acabaría dirigiendo, forzosamente, la atención sobre los restos monumentales clásicos.
Italia en ese momento está integrada por una serie de estados entre los que destacan Venecia, Florencia, Milán, el Estado Pontificio y Nápoles.
La presión que se ejerce desde el exterior impidió que, como en otras naciones, se desarrollara la unión de los reinos o estados; sin embargo, sí se produjo el fortalecimiento de la conciencia cultural de los italianos.
Desde estos supuestos fueron las ciudades las que se convierten en centros de renovación artística.
En Florencia el desarrollo de una rica burguesía ayudará al despliegue de las fuerzas del Renacimiento, la ciudad se convierte en punto de partida del nuevo estilo, y surgen, bajo la protección de los Médicis, las primeras obras que desde aquí se van a extender al resto de Italia.
TIPOS DE EDIFICIOS
Había dos tipos de edificios: religiosos (iglesias) y civiles (urbanos y laicos), Los edificios religiosos constaban de vitrales e imágenes de santos.
ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS
SUSTENTANTES:
SUSTENTADOS:
Cúpula, bóveda de cañón y cubiertas planas con casetones.
ELEMENTOS DECORATIVOS:
Pilastras, frontones, pórticos, decoración heráldica, almohadillado, voluta, grutescos, guirnaldas y medallones.
Desde un principio la arquitectura renacentista tuvo un carácter profano, y, lógicamente, surgió en una ciudad en donde el Gótico apenas había penetrado, Florencia; en la Europa de las grandes catedrales, se implantó con dificultades.
Se caracterizó por el empleo de proporciones modulares, superposición de órdenes, empleo de cúpulas e introducción del orden colosal. En el Quattrocento fue frecuente recurrir a columnas y pilastras adosadas, a los capiteles clásicos (con preferencia el corintio, aunque sustituyendo los caulículos por figuras fantásticas o de animales), los fustes lisos y el arco de medio punto, a la bóveda de cañón y de arista, así como a cubiertas de madera con casetones. Lo que fundamentalmente distingue a la arquitectura del Quattrocento de la del Alto Renacimiento (o Cinquecento) es la decoración menuda (putti, guirnaldas de flores o frutos, grutescos, etc.), el alargamiento de la cúpula (catedral de Florencia, de Filippo Brunelleschi) y las fachadas de piedra tosca (Palacio Medici−Ricardi, de Michelozzo di Bartolommeo) o con los sillares en realce (Palacio Rucellai, de Bernardo Rosellino, proyecto de Alberti). La arquitectura del Cinquecento tuvo como centro Roma: En 1506 Bramante terminaba su célebre proyecto para la basílica de San Pedro en el Vaticano. Los palacios se adornaron de valiosos bajorrelieves (Palacio Grimani de Venecia, 1549, obra de Michele Sanmicheli) o de esculturas exentas (biblioteca de San Marcos, 1537−50, Venecia, obra de Jacopo Sansovino).
SIGLO XVI. ÉPOCA BARROCA
Este estilo se inicia en Italia en el siglo XVI y perdura hasta finales del siglo XVIII, se extendió por todos los países europeos, desarrollando características propias en cada país. En Italia se produjeron dos corrientes pictóricas, o estilos: el Ecléctico y el Clasicista, en este país se destacó la figura de Miguel Ángel Merisi de Caravaggio; y Miguel Ángel Buonarroti, quien realiza numerosas obras con características muy propias, que lo distinguen de otros escultores de la misma época, también sobresale la obra de Benvenuto Cellini, entre otros.
Entre las principales características de estas obras tenemos:
Fuerza expresiva, dinamismo, dramatismo.
Dominio anatómico.
Figuras llenas de abundante vitalidad.
Demostración de gestos y actitudes en sus figuras.
Fuerte influencia clásica.
Materiales: bronce y mármol preferiblemente.
ARQUITECTURA: Los dos tipos de obra arquitectónica que el barroco desarrolla son Iglesia y el Palacio. La iglesia, como típico estilo tiene dos robustas torres laterales que enmarcan la gran linterna con su cúpula. El palacio, que toma por modelo el de Versalles, consiste en una larga edificación de varias plantas, cuyo cuerpo central contiene la mayor densidad de elementos decorativos y forma un frontis de gran valor artístico.
PINTURA: En este arte hay una marcada predilección por el naturalismo, el dinamismo y los efectos ópticos, aparecen composiciones de naturaleza muerta, bodegones, animales, vida de santos y de Cristo, en marcándose dentro de esquemas asimétricos. Las representaciones de personas o de gente del pueblo aparecen con sus vestimentas normales, pero en los retratos de clase social alta, son más adornadas las vestimentas, pelucas, encajes, zapatos estilizados, sombreros, etc.; sin embargo, lo que más caracteriza a la pintura barroca es el manejo de las luces y sombras, la intensidad dramática y el empleo del color.
EL ROCOCÓ
Estilo característico del siglo XVIII europeo, que sucedió al barroco y precedió al neoclásico. El término procede del francés Rocaille, que designaba en el siglo XVII la decoración de las grutas y jardines renacentistas a base de conchas.
ARQUITECTURA: Los adornos que, representando falsas rocas, adhiérase a la arquitectura de las grutas y las cascadas, llamados rocallas, fueron el principal elemento nuevo, introducido para sustituir el rígido sistema de los órdenes clásicos
ESCULTURA: Un gran escultor del siglo rococó fue Andrea Schlüter, autor de la efigie ecuestre del elector Federico Guillermo, en la cual puede observarse cómo el movimiento de masas y líneas
PINTURA: El carácter de la época rococó, enamorada de la intimidad, favoreció en pintura, lo mismo que en la escultura, el cultivo del retratismo. Se halló entre los nobles y burgueses adinerados a los que ha dejado de interesar las composiciones históricas y mitológicas, aunque a menudo, se complacen todavía en hacerse retratar caracterizados como personajes de fábula.
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